MI AMIGA ALEXIA (I)

     
La historia de esta adolescente, que murió en la hab.205 de la Clínica Universitaria de Pamplona (CUN), a causa de un Sarcoma de Edwin de columna cervical, el dia 5 de Dic de 1985, ha conmovido a muchos de los que acudieron a ver "Camino", película realizada con fines comerciales, aprovechando el impacto de su vida en tantos lugares del mundo, pero sin escrúpulos a la hora de falsear la realidad.

   Teniendo en cuenta que hay una causa de beatificación abierta, hubiera sido justo informarse en las fuentes fiables de la familia, y de todos los que vivimos de cerca esta historia, para no distorsionar los hechos presentando a una madre fanática y manipuladora, a un padre pusilánime, y a una Alexia que al final de sus dias acaba perdiendo la Fe...., y  muere entre aplausos : ¡qué lejos está ésto de la realidad, en unos momentos tan difíciles de la pérdida de un ser querido!.

  Todo esto nos hiere a quienes conocemos la historia real, porque la hemos vivido en primera persona.

  Por aquel entonces, yo trabajaba en el Departamento de Cirugía de la CUN, y fuí requerido para colocar un reservorio subcutáneo (Porta cath), que facilitara el acceso a las vias venosas necesarias para los tratamientos a los que había de ser sometida; se pensó que la ocasión propicia era la Intervención que se le iba a practicar dias después por parte del Departamento de Traumatología y Ortopedia.

  Acudí a su habitación de la CUN para informarla acerca de los pormenores de esta pequeña operación (colocación del Porta cath),y desde el principio, encontré en ella una madurez impropia de su edad ;  me planteó sus dudas, y una vez resueltas se puso en mis manos sin reservas. Ese dispositivo de acceso venoso era anhelado por Alexia, esperado con ilusión, pues con él no tendría que sufrir multiples pinchazos para encontrarle venas, y además evitaría esas flebitis que eran frecuentes con la administracion de fármacos quimioterápicos.
  Dias después nos encontramos en Quirófano.
  Ahí comenzó una relación cordial, una verdadera amistad, con Alexia y con su familia, materializada en un sin fin de momentos compartidos, de servicios prestados y de sorpresa por la sobrenatural naturalidad con que una jóven de 14 años afrontó situaciones que -en mi experiencia de cirujano- llevan a muchos a un estado de ansiedad,de desesperación, que acaba contagiando al entorno familiar.
  Me propongo ir recuperando mis recuerdos, y compartiendo las reflexiones que estos suscitaron en mí.