COMPARTIR LA FELICIDAD DE DIOS

 Cuando la alegría llena el alma se desborda sobre quienes estan cerca. UN CORAZÓN FELIZ BUSCA CON QUIEN COMPARTIR SU GOZO...como si de una necesidad se tratase.


Es una experiencia común:  cuando recibimos una buena noticia acudimos a familiares y amigos para que se alegren con nosotros, y es que la felicidad es "contagiosa".

NO ES OTRA LA RAZÓN DE QUE EXISTAMOS , de que Dios "se decidiera" -hablando a lo humano-,  a crear, cuando nada necesitaba y nada podía enriquecerle, a una criatura que pondría a prueba su paciencia divina.
 

EN SU ETERNO GOZO, fruto de la corriente de amor de la Familia divina, DIOS PLANEÓ HACER GOZAR A OTROS "IGUALES" DE SU MISMA FELICIDAD.

  PARA ESO NOS CREÓ, "PARA" HACERNOS FELICES.

                           Por ese motivo fué creado el Universo, como "hogar" de la familia humana, cuyos miembros, diseñados como "réplicas contingentes" del Creador, dotados de inteligencia y voluntad libre, debían hacer "las veces de Dios" en el cuidado de lo creado y colaborar en el sostenimiento y crecimiento de la especie.


En ese sentido LA VIDA NO NOS ES CONCEDIDA  SÓLO COMO UN REGALO...SINO COMO UNA TAREA.


Cuentan que un buen día se acercó un mendigo a Alejandro Magno para pedirle limosna, y que éste mandó que le hicieran señor de dos ciudades; turbado el mendigo respondió a Alejandro: ¡yo no pedía tanto!, a lo que Alejandro respondió: ¡tú me pides como quien eres...yo te doy como quien soy!


Del mismo modo, EL DON DE DIOS ESTÁ MUY POR ENCIMA DE NUESTRAS ASPIRACIONES  HUMANAS, pues Él no se conforma con ofrecer "tesoros", ni siquiera el mundo entero, sino que SE NOS DA ÉL MISMO COMO REGALO.


¡ LO PROPIO DEL AMOR ES DARSE, ANTEPONIENDO EL BIEN DEL AMADO A CUALQUIER INTERÉS PROPIO!.

DIOS -QUE ESAMOR-ES INFINITAMENTE FELIZ,   Y NOSOTROS NO TENEMOS    OTRO MODO  DE  HACER NUESTRA SU FELICIDAD.. QUE AMANDO..COMO AMA ÉL.


Pero Nuestro Dios, que respeta exquisitamente nuestra libertad, no nos impone aceptarle, sino que ESPERA QUE CADA UNO  CORRESPONDA A SU AMOR, Y ACEPTE SU  ADOPCIÓN  EN  UNA DECISIÓN SOBERANAMENTE LIBRE.
Precisamente esa libertad, siendo rasgo propio de Dios, confirma nuestra condición de imágenes suyas.


DIOS ESTÁ EMPEÑADO EN HACERNOS FELICES, EN QUE  LE AMEMOS,  Y PARA ELLO  HACE NUESTRO  SU ESPÍRITU SANTO, QUE NOS  PERMITE  AMAR CON UN AMOR "PROPIO DE DIOS", sin medida y sin condiciones.
Y en esa entrega sacrificada y amorosa pregustamos, comenzamos a saborear la inmensa felicidad de AQUEL QUE NO SE RESIGNÓ A VIVIR SU  ETERNIDAD SIN NUESTRA COMPAÑÍA.