Bienvenidos a mi blog

La razón de incluir este blog en una web de formación como es identidadymision.com es crear una ocasión continuada de expresar ideas, y de compartir experiencias, que como ser humano, como amigo, como padre, y -en todo caso- como cristiano, he adquirido y acumulado a lo largo de una vida que empieza a ser... dilatada en el tiempo.

¡Ojalá, pueda lograr ese objetivo!

INDICE TEMÁTICO DEL BLOG, CON ENLACES A LAS ENTRADAS, Y ORIENTACIÓN SOBRE SU CONTENIDO...


jueves, 3 de marzo de 2011

REGALOS...QUE COMPROMETEN

 Pocos años después de obtener mi plaza en el Hospital del Noroeste, en la que ya es "mi querida Ciudad de Caravaca de la Cruz", tenía proyectado pasar unos dias de la Navidad con mis padres -entonces aún vivian-, y mis hermanos, en Granada.


Semanas atrás había intervenido quirúrgicamente a un paciente, que lo estaba pasando muy mal, cuyo nombre era Librado. La operación tuvo mucho éxito, por lo que su agradecimiento era manifiesto.


Supo Librado que yo pasaría unos días en Granada, y como su pueblo estaba de paso obligado en mi viaje ...., me llamó rogándome que hiciera una parada para saludarle y así poder  presentarme a su familia...
Atendí a su ruego, y a la hora convenida...allí estaba esperándome.


Me llevó a su casa, y despues de conocer a los suyos...me sorprendió con un regalo inesperado: un cabrito, para compartirlo con mi familia en esos días...


Hasta aquí todo perfecto...., pero surgió un problema..., el cabrito estaba ¡vivo!, ¿cómo "acomodarlo" en el coche?...., no me resultaba tan fácil aceptar el regalo...


Aquel  presente me dió que pensar..., y es que hay regalos que comprometen.


El REGALO por excelencia es el mismo DIOS, que se nos ofrece en un gesto inefable de amor:"¡ Si conociéras el Don de Dios!, dijo Jesús a la samaritana...(Jn 4, 5-42).  Su decisión de dársenos, de compartir su Vida Eterna con cada uno de nosotros, es firme, y no cesa ni siquiera cuando le ignoramos, le despreciamos o le rechazamos.


Esa "actitud estable", que denota una humildad desconcertante en todo un Dios, y un amor incondicional, que antepone nuestro bien a su honra...,es expresión clara de su misericordia.


  PER-DONAR supone -así lo entiendo yo-una "determinada determinación"-en expresión de Santa Teresa de Jesús- de darse, de "donarse"...incluso a quien no quiere aceptarte, a quien positivamente te rechaza.


Sin embargo esa disposición de entrega generosa de Dios...no es suficiente para que podamos poseerle..., ES IMPRESCINDIBLE ACEPTAR SU  REGALO", sólo entonces podemos considerarlo "nuestro", y llamarle "Dios mío".

 Muchos cristianos, en un gesto de presunción, viven convencidos de que...por graves que sean sus ofensas, al final, Dios "pasará por alto" sus pecados y les dejará entrar en el Cielo ...aunque tengan que ocupar el último lugar en el Purgatorio....

Pero se engañan...., o más bien...se dejan engañar...., Dios es infinitamente justo, y no mira para otro lado ante los pecados de su criatura predilecta, sino que -decidido a rescatarnos de la muerte eterna- ha elegido cumplir en su propia carne- la de su Verbo encarnado-nuestra condena; de este modo queda patente la gravedad del pecado y su infinito amor.


Y ha establecido el modo mediante el cual -los que han perdido la gracia de Dios, después del Bautismo- pueden "hacer propios los méritos de la Pasión de Cristo": el singular juicio de la Confesión Sacramental.  En ese juicio, en contra de lo que es habitual en la justicia humana, el que reconoce su culpa, con dolor, ... no es condenado, sino absuelto; sin embargo quien -siendo culpable- se niega a reconocer su  culpa  resulta condenado.


Sólo saldando nuestra deuda con Dios..., por medio del Sacramento de la alegría- así llamaba San Josemaría a la Confesión-, nos disponemos a acoger su Don inefable.


No debemos olvidar que Dios, que no nos pidió permiso para otorgarnos el  don de la vida, no nos impone la obligación de aceptarle; Él es radicalmente consecuente con su "arriesgada decisión" de dotarnos de un rasgo propio de su divinidad, la libertad, decisión arriesgada porque se exponía  a perdernos.


El que todo lo puede...se ve condicionado, nada puede el que lo puede todo.


Estas consideraciónes deben hacernos reaccionar, pues Dios no cabe en nosotros ...si no nos salimos de nosostros mismos: el que no renuncia a "disfrutar su vida"...no puede optar a compartir la Vida con Dios.


¡ES PARA TOMÁRSELO MUY EN SERIO!


La "oferta" de Dios consiste en la posibilidad de ser acogido en su Familia íntima, la Santísima Trinidad, compartiendo la naturaleza humana glorificada del Verbo, y eso resulta posible haciéndonos uno con Jesucristo en la Sagrada Eucaristía.


Ese REGALO, que está muy por encima de todo cálculo humano, debe ser aceptado...a cambio de la vida temporal.


Cada uno tiene que sopesar lo que tiene a su alcance...y lo que cuesta conseguirlo, y después aceptar o rechazar el Don de Dios...con todas sus consecuencias.












lunes, 28 de febrero de 2011

¡ POR UN ESLABÓN ! (II)

   Y  como lo pensó lo hizo: se roció de gasolina, se introdujo en la chimenea, y al tratar de atarse con la cadena....LE FALTABA UN ESLABÓN....¿qué podía hacer?..., dudó por un instante... pero no se detuvo, su determinación era firme: "¡ pues sin atarme!"..y siguió adelante...: encendió una cerilla y se la acercó.., comenzó a arder..como una antorcha humana.


De pié, en el interior de la chimenea, y con la mirada fija en el cielo -apenas se vislumbraba en lo alto un punto de luz- veía cómo las llamas le envolvían y ascendían fugaces...., le estaban quemando la barbilla...., pero no acababa de morirse; él pensaba que la muerte sería instantánea..., pero nada de eso..., pasaba el tiempo y su impaciencia crecía..."¡ esto no puede seguir así!, había que hacer algo, y como un resorte salió de la chimenea, envuelto en llamas,  y se acercó a la ventana... -estaba en un primer piso-, la abrió de par en par y tomó la decisión de lanzarse de cabeza al patio....,"apuntó a una piedra", y se precipitó al vacío.....


El impacto sobre el suelo, a esas horas de la madrugada, causó un ruido tremendo..., suficiente para despertar a todo el vecindario...Unos y otros acudieron enseguida a comprobar lo sucedido...¡hay un hombre ardiendo!, y cada cual trató de asistirlo...a su modo:  ¡vamos a echarle agua!..., ¡no!, que es peor..., el caos era agobiante, hasta que alguien, con más sentido común, decidió apagarlo con una manta..., ¡por fin!, el fuego estaba controlado.


Llamad a una ambulancia, ¡hay que llevarlo al Hospital!...A todo esto el pobre no había perdido el conocimiento....


En esa dramática situación, nuestro paciente estaba experimentando un gozo íntimo: todos se estaban desviviedo por él..., y ese "consuelo" atenuaba el dolor de sus quemaduras...


Al llegar al Hospital el equipo médico valoró la situación: ¡tiene más de un 50 por ciento de superficie cutánea afectada, la situación es gravísima!....comenzó un calvario de curas dolorosas, intervenciones quirúrgicas para reponer -mediante injertos- las zonas de la piel perdida....y ello durante unos largos seis meses..., pasado ese tiempo ...pudo ser dado de alta.


Justo ese día que volvía al Hospital, para la primera revisión, el cirujano que le había atendido se dirigió a él: ¡cuéntale a este alumno de Medicina tu historia!, y con todo detalle me pormenorizó lo que acabo de contarte...


Tengo que reconocer que esa entrevista me impactó, me dió mucho que pensar, e influyó en la actitud que adoptaría ante los miles de pacientes que, en el futuro, acudirían a mí en busca de ayuda.


Entendí la importancia que tiene "sentirse querido"...como fundamento de la autoestima, y consecuentemente la importancia de demostrar un interés real, no fingido, por cada paciente que se cruzara en mi camino...¡quien sabe si detrás de una situació "aparentemente normal" esa persona estaba experimentando el cruel sentimiento de la soledad!.


Me llevó a pensar que aún en los casos más desdichados, de gente abandonada y cargada de problemas "sin solución"...siempre hay Alguien para  quien somos muy importantes, Alguien que "está en nuestras cosas", Alguien para el que nunca somos pelmazos..(y según una definición que me parece muy acertada, un pelmazo es una "persona que te que quita la soledad....y no te da la compañía" ), Alguien que anhela nuestro trato, Alguien que no nos quiere porque nos portemos bien..., sino para que nos portemos bien.


Ese firme convencimiento de sabernos queridos por un Padre así, aleja el riesgo de una soledad amarga, y nos permite vivir llenos de una alegría serena en las más duras situaciones por las que podamos pasar...., y eso porque nos ama sin condiciones y sin medida.


Volvemos a nuestra historia. En este largo periodo de convalescencia, nuestro "suicida frustado" se curó de la Tuberculosis, y pudo volver a la que había sido su vida de antes..., aunque con una lección muy bien aprendida.


Había experimentado el cariño de la familia,  el aprecio de los vecinos, la dedicación de todo el personal del Servicio de Cirugía, llegando a la conclusión de que aquella vida de la que trataba de desprenderse...tenía un valor incalculable, merecía ser protegida.


Mientras me relataba su singular "aventura", se le veia optimista, y consciente de que su narración podria ser de utilidad para un futuro médico...que estaba estrenando su primera bata blanca.