Bienvenidos a mi blog

La razón de incluir este blog en una web de formación como es identidadymision.com es crear una ocasión continuada de expresar ideas, y de compartir experiencias, que como ser humano, como amigo, como padre, y -en todo caso- como cristiano, he adquirido y acumulado a lo largo de una vida que empieza a ser... dilatada en el tiempo.

¡Ojalá, pueda lograr ese objetivo!

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lunes, 30 de abril de 2012

PENSANDO...EN TÍ


                                                                                                  
Quisiera servirte de espejo,  un espejo fiel en el que pudieras descubrir tu  verdadera imagen, en el que llegaras a conocerte mejor...mirándote "desde fuera", aproximándote a tu figura real, para   conseguir enfrentarte... contigo mismo.


   Tal vez te tengas por una persona coherente y equilibrada, una persona segura de sí misma, convencida de haber encontrado los argumentos necesarios para justificar un estilo de vida que en otro tiempo -quizá- te hubiese parecido inadecuado.


  No hay duda de que "lo evidente" tiene un gran poder de convicción..., y entiendo por evidente lo que "se impone a los sentidos", ¿cómo dudar de lo que estamos viendo?.


  Aunque si reflexionamos un poco, cuando nos dejamos convencer por lo "aparente" nos estamos instalando en un materialismo que sólo acepta lo que puede ser "experimentado"; materialismo que rebaja nuestra capacidad de alcanzar la verdad, y que, de algún modo, nos animaliza, pues nos impide el conocimiento de lo abstracto, cerrando nuestra mente a lo más importante...que es  invisible.


 No quisiera perderme en pensamientos teóricos, abstractos...y no siempre fáciles de seguir, y mucho menos tratar de imponerte unas ideas que crees conocer bien, con las que tal vez estés familiarizado desde tu infancia, ideas que ya no despiertan interés en tí, y contra las que probablemente estés ya "inmunizado".


  Está lejos de mí la intención tratar de imponerte mi modo de entender la vida...aunque personalmente tenga el convencimiento de estar en la verdad; y es que la verdad no puede imponerse, sino que -todo lo más- debe proponerse, para que sea ella, con su  atractivo propio,  la que nos seduzca.


  El respeto de la libertad no se compagina bien con el empeño en imponer nuestras convicciones con intimidación, con vehemencia verbal...o con amenazas.
 

 No es esa la postura de Dios, que -siendo Quien es- ha preferido no coaccionarnos a la hora de "darse a conocer", aun sabiendo que conocerle es camino obligado para amarle, y lograr, de ese modo, nuestra plenitud personal.

 Si  Él se nos hubiera mostrado como es...no hubiésemos podido soportar su Luz, y en ese momento hubiera dejado de tener sentido nuestra libertad..., pero ¡no!, ha preferido poner a prueba nuestra disposición hacia la verdad: nos ha situado en una penumbra tal... que permite contemplar la realidad-aunque velada- a quien quiere conocerla, y ofrece una buena coartada a quien prefiere ignorarla, tratando de eludir el compromiso que aceptarla conlleva.

Resulta más cómodo moverse en una "realidad" construida por nosotros mismos...a la medida de nuestros gustos y criterios personales.

  Por  consiguiente, no busco más que servirte de ayuda, para que te plantees esas preguntas que todo ser humano debe hacerse en algún momento de su vida..., especialmente en la juventud; preguntas que interpelan sobre el sentido de la vida, sobre nuestro origen y nuestro destino, preguntas cuya respuesta es necesaria para  descubrir nuestra identidad, para asumir nuestra vida como  criaturas inteligentes y libres.


  Y cuando esas cuestiones estén vivas en tu corazón..., cuando te interese seriamente conocer la verdad sobre tí, entonces deberás valorar la coherencia y el valor de los testimonios que se te ofrecen.


No olvides que lo que condiciona el uso que hacemos de nuestra libertad es nuestra actitud ante la verdad, aquí nos jugamos el presente y el futuro, pues el ser humano es la única criatura visible que decide su destino eterno.


  Esa actitud ante la verdad refleja fielmente la opción vital que se ha elegido: la autosuficiencia...o la humildad de reconocerse criatura indigente y dependiente.


  Hay una aparente humildad en quien renuncia al esfuerzo de buscar la verdad, considerando que no está al alcance de sus posibilidades..pero detrás de esa inhibición se esconde la actitud cómoda de quien rehuye el reto y el sacrificio, la actitud de una persona que "se basta a sí misma"...y que pacta con la mediocridad.


¿De verdad vives tranquilo mientras desoyes los requerimientos de las personas que han demostrado quererte más, seguramente tus padres, familiares...o algún amigo?.


  Te propongo algunas preguntas,  con la esperanza de que te atrevas a plantearte sus respuestas:

1ª)¿Qué sentido das a tu vida ?, ¿sabes de donde vienes y hacia donde vas?, ¿qué ocurre "después del tiempo"?


  2ª) Tú, que tal vez te estás preparando para prestar un servicio profesional, o que trabajas ya....¿qué actitud adoptas ante   las necesidades y los problemas de los demás; ante el sufrimiento, físico y moral ?

 ¿Qué podrías ofrecerle a  alguien que se enfrenta a la muerte, a alguien que afronta los últimos días de su vida ?, ¿Podrías aportarle  esperanza ...sin verte obligado a hacer una restricción mental?



3ª) Tú, que quizá tienes  intención de crear una familia, de tener hijos, o que la tienes ya, ¿qué tipo de felicidad podrás ofrecerles?, ¿te conformarías con asegurarles un bienestar material, con orientarlos por el camino del éxito mundano, de la seguridad material?


 4ª) ¿Cómo encajarías una  grave contrariedad, de salud ó económica?, ¿te rebelarías?...¿contra quíen?


  ¿Tienes claras las respuestas a estas preguntas? En el fondo todo se reduce a una cuestión vital: ¿crees en Dios?, ¿qué sabes de Él?, ¿te tratas con tu Creador?...¿hasta qué punto es importante en tu vida?

 


 Al plantearte todo esto me mueve un deseo sincero de ayudarte a abrir los ojos a la Realidad. ¡A cuántos podrás hacer el bien, a lo largo de tu vida,... si conoces las respuestas verdaderas!, y ¡cuántos, que necesitarían de tí, quedarán sin ayuda...si las ignoras, Piénsalo!.



  Convéncete, no existe otro modo de ser feliz, de tener verdadera paz,  si no es  afrontando todas las exigencias de la verdad...aunque nos obliguen a cambiar nuestro estilo actual  de vida, a renunciar a la tranquilidad propia del que se  deja llevar  por el dictado de sus  deseos, a despertar nuestra conciencia  anestesiada.

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