Quienes alardeamos de estar "seguros en nuestra Fe", nos atrevemos a juzgar su incredulidad..., y les atribuimos la culpa de su infidelidad:
¡no quieren creer!
Tomas Huxley
A mí me duele profundamente esa triste realidad.
Las pruebas para demostrar la existencia de Dios, aún siendo válidas, por desgracia resultan insuficientes para quienes no están instruidos.
¿HAY ALGO QUE LOS CRISTIANOS NO ESTEMOS HACIENDO BIEN?...vale la pena reflexionar sobre esto.
Con ello no solo se nos dá a conocer Dios, en su intimidad inaccesible, sino que nos descubre el misterio del propio hombre, creado a Su imagen divina.
Pero volvamos a nuestra línea argumental.
En el fondo nos da a conocer a un Dios...QUE ES AMOR.
Es al experimentar ese "cariño de Dios" cuando percibimos Su presencia de un modo inequívoco.
Si Jesús dió a conocer a Su Padre, amando sin condiciones y sin medida a quienes había puesto en Sus manos...¿cómo deberíamos darlo a conocer los que por el Bautismo hemos sido "injertados" en Él, y -como miembros Suyos- recibimos el encargo de "prolongar su paso por el tiempo", permitiéndoLe vivir y actuar en nosotros?
¿TRATANDO DE CONVENCER CON AGUDOS RAZONAMIENTOS?, está claro que la respuesta es ¡NO!.
Sólo despues de conmover el corazón de nuestros amigos...estamos en condiciones de facilitarles el camino de la razón.
Por eso, en la Última Cena, Jesús nos sintetizó el programa de Vida que debíamos seguir para continuar en la Historia su misión apostólica:
" Un mandamiento nuevo os doy, amaos unos a otros COMO YO OS HE AMADO",(Jn 15.12), en esto Me conocerán (visible en vosotros), y conociéndome a Mi...conocerán a Mi Padre.
Y si nos manda amar de ese inefable modo..., que supera nuestras posibilidades naturales, es porque pone a nuestra disposición el Amor con que podemos hacerlo, porque Jesús nunca pide imposilbles.
ESE Y NO OTRO ES EL MODO EN QUE LOS CRISTIANOS DEBEMOS HACER VISIBLE A DIOS, AMANDO CON EL CORAZÓN DE DIOS
Si actuamos así, el encuentro con un cristiano se traduce en un encuentro real con el mismo Dios.
que en lugar de mostrar su Bondad,
de hacerlo atractivo, mueve a ignorarLe , a despreciarLe o a rechazarLe, a no contar con Él, a considerarlo...como un problema para nuestra felicidad.
Y esto es especialmente aplicable a los padres, que hemos de hacer "el papel de Dios" en nuestras familias.
Perdón por haber resistido al Espíritu Santo, por no habernos dejado enseñar y mover de tal modo que nuestra vida les hiciera ver el brillo de la luz de Dios, de esa luz que les permite descubrir su identidad, y les ilumina el camino de vuelta al Padre.
Por eso, al pensar en tantos que se debaten en las tinieblas de un mundo sin Dios, no puedo menos que sentir el corazón roto, culpable de haber defraudado a Dios y a quienes necesitaban ver en mí el Rostro amable de Quien tanto los ama; del Único que puede dar sentido a sus vidas, para Quien nada de lo que les preocupa, les interesa o les ilusiona...Le resulta indiferente; de Alguien que anhela vivir sus vidas...como si fueran propias, para compartir con ellos su infinita felicidad.
Gracias Aurelio por compartir estas reflexiones que ayudan a pensar y también a rezar.
ResponderEliminarGracias a ti, aunque no se quien eres, por seguir lo que escribo. Es un estimulo saber que puedo ayudar a otros... gracias de nuevo
EliminarAurelio: Los que no creemos en la figura de Dios que tú crees no estamos todos entre tinieblas. Muchos nos admiramos de que el Sol salga cada mañana, de que el viento roce nuestros cuerpos, de la maravillosa sonrisa de nuestros hijos y de la mirada de amor que muchos ancianos, entre ellos mis padres, se dirigen. La Vida es fantástica, pero hay que tener eso que se llama Fé para convencerse de que trasciende más allá de nuestros limitados años. Y es muy osado pensar que una figura humana es el Centro y el Origen de todo, cuando no somos más que una mota de polvo en el Universo Infinito. Coincido contigo en que no hay mejor mandamiento que amar a los demás como a nosotros mismos, y no hay mejor forma de encontrar la felicidad que seguirlo, sin duda, pero....no me asegures que existe algo más allá. La duda, sin duda, existe... y es más coherente dudar que no hacerlo ¿no crees?.
ResponderEliminar